ANÁLISISMilei sin filtro. La fase salvaje del proyecto libertarioPor Martín Rodríguez Yebra
Javier Milei había preparado un broche de oro para su discurso en la cena de gala en Mar-a-Lago, delante del anfitrión Donald Trump. Quería ofrecerle, cara a cara, una alianza global con Estados Unidos, Argentina, Italia e Israel como líderes. No pudo ser. Como habló en castellano, la traducción le comió el tiempo. Una conductora se subió al escenario a despedirlo antes de que pudiera leer el último párrafo y hacer después su gracia final, con la invocación a las “fuerzas del cielo” el “viva la libertad, carajo”.